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Meprozin / Levomepromazina

Meprozin / Levomepromazina

2, 25, 100 mg. Envases conteniendo 30 comprimidos.

Cada comprimido contiene:
MEPROZIN 2mg: Levomepromazina (como maleato) 2mg.
MEPROZIN 25mg: Levomepromazina (como maleato) 25mg.
MEPROZIN 100mg: Levomepromazina (como maleato) 100mg.

MEPROZIN 2mg está indicado para el tratamiento sintomático de corta duración de la ansiedad, en caso de ineficacia de las terapéuticas habituales.
MEPROZIN 25mg- 100mg está indicado para el tratamiento de la esquizofrenia, especialmente cuando es necesario reducir la actividad psicomotora; y como monoterapia o terapia adjunta con analgésicos y narcóticos para el alivio del dolor severo y la ansiedad y angustia que lo acompaña.

La posología se determina individualmente iniciando el tratamiento con dosis bajas que se van aumentando progresivamente. En general la dosis diaria de Levomepromazina se reparte en 2 a 4 tomas. La mayor parte de la dosis diaria deberá ser administrada por la noche.
Meprozin 2mg: Adultos: 6 a 12 mg/día.
Meprozin 25 y 100mg: Adultos: comenzar con una dosis diaria de 25-50 mg la cual se va aumentando lentamente hasta lograr la dosis efectiva, generalmente 150-250 mg por día.
Dosis máxima: En ciertos casos excepcionales la posología podrá aumentarse hasta 400mg por día.
Deberá considerarse la posibilidad de reducción de la dosis y el estricto control del paciente en las siguientes circunstancias:
Ancianos que presenten: mayor propensión a hipotensión ortostática, a sedación y a efectos extrapiramidales; constipación crónica (por riesgo de íleo paralítico); eventual hipertrofia prostática.
Pacientes que padezcan afecciones cardiovasculares.
Pacientes con insuficiencia hepática o renal severa, por el riesgo de acumulación de la droga.

Hipersensibilidad a la Levomepromazina o a cualquiera de los componentes de la fórmula.
Hipersensibilidad a otras fenotiazinas y tioxantenos.
Glaucoma de ángulo estrecho.
Pacientes con retención urinaria debido a trastornos uretroprostáticos
Antecedentes de agranulocitosis, porfiria, leucopenia, esclerosis múltiple, miastenia grave, hemiplejía, coma.
Pacientes con depresión severa del SNC, como por ejemplo la secundaria a una intoxicación alcohólica.
Embarazo. Lactancia.

Las reacciones adversas mas frecuentes son:
– Somnolencia y sedación, observada sobre todo al comienzo del tratamiento; trastornos extrapiramidales y disquinesia precoz (espasmos de la lengua y la garganta, rigidez de cuello, dolores en los músculos de la mandíbula, espasmos visuales, rigidez de la musculatura de la espalda); síndrome parkinsoniano (hipomimia, temblor, rigidez, acinesia, salivación), acatisia.
– Trastornos Oculares: trastornos de acomodación, especialmente al inicio del tratamiento; aumento de la presión intraocular.
-Hipotensión ortostática, taquicardia, cambios en el ECG.

 

Advertencias

El tratamiento antipsicótico se ha asociado con el Síndrome Neuroléptico Maligno (SNM). Sus manifestaciones clínicas abarcan hipertermia, alteración del estado mental, rigidez muscular, inestabilidad autonómica (pulso irregular, taquicardia, diaforesis y disritmia cardíaca). Signos adicionales pueden incluir: aumento de la creatinfosfoquinasa (CPK), mioglobinuria (rabdomiolisis) e insuficiencia renal aguda. Deberá interrumpirse inmediatamente el tratamiento antipsicótico.
Si los pacientes requieren tratamiento con fármacos antipsicóticos luego de recuperarse del SNM, el reinicio de la terapia debe evaluarse cuidadosamente, ya que se han informado recurrencias.
Los neurolépticos fenotiazínicos pueden prolongar el intervalo QT, que aumenta el riesgo de aparición de arritmias ventriculares del tipo torsades de pointes, potencialmente fatales (muerte súbita). Este efecto se ve incrementado en caso de bradicardia, hipocalemia, hipomagnesemia, o de un QT prolongado congénito o adquirido (inducido por medicamentos). En la evaluación inicial de pacientes que deban ser tratados con Levomepromazina, es conveniente efectuar un ECG y controlar los valores hepáticos a intervalos regulares. Durante un tratamiento crónico, se aconseja practicar los exámenes de control por lo menos cada 6- 12 meses.
En ensayos clínicos efectuados en pacientes ancianos con demencia , tratados con ciertos antipsicóticos atípicos, se observo que el riesgo de eventos cerebrovasculares se triplicó. Debido a que un aumento del riesgo con otros antipsicóticos y/o con otras poblaciones no puede ser excluido, la Levomepromazina no está indicada en pacientes ancianos con demencia.
Se han reportado casos de tromboembolismo venoso en pacientes tratados con drogas antipsicóticas. Debido a que el tratamiento con antipsicóticos constituye un factor de riesgo, antes y durante el tratamiento con Levomepromazina deben identificarse otros factores de riesgo y adoptarse las medidas preventivas pertinentes.
Se ha informado aparición de hiperglucemia y de intolerancia a la glucosa en pacientes tratados con Levomepromazina.
Los pacientes con diagnóstico establecido de diabetes mellitus o con factores de riesgo deben ser controlados en sus niveles de glucemia antes de iniciar el tratamiento y durante el mismo.
Al igual que otros neurolépticos, la administración de Levomepromazina puede provocar la aparición de disquinesias tardías, incluso con dosis bajas.
La Levomepromazina puede disminuir el umbral epileptógeno, por lo que pacientes epilépticos deben ser controlados estrictamente.
Excepto por situaciones excepcionales, la Levomepromazina no deberá utilizarse en pacientes con enfermedad de Parkinson; pacientes con afecciones cardiovasculares, insuficiencia renal y/o hepática; tumores prolactino dependientes (p.ej: cáncer de mama); hipertrofia prostática.
El paciente debe estar informado que ante la aparición de fiebre, angina u otras infecciones, deberá consultar sin demora al médico y controlar inmediatamente el hemograma. En caso de modificación de este último (hiperleucocitosis, granulopenia), el tratamiento con Levomepromazina deberá ser interrumpido.
La aparición de íleo paralítico puede iniciarse con distensión y dolores abdominales, y requiere atención urgente.
Conducción de vehículos y utilización de maquinarias:
La Levomepromazina puede causar somnolencia, especialmente al inicio del tratamiento, desorientación, confusión o hipotensión, y por lo tanto afectar la capacidad para conducir vehículos o manejar maquinaria.